Perda Rubia nació en el lejano 1949 de una idea del comunicador. Mario Mereu quien, entre los primeros en Cerdeña, percibe el potencial de la variedad tradicional de uva Cannonau, cultivada en el área de Ogliastra desde la antigüedad. El vino Perda Rubia, producido en la histórica bodega Cardedu, tanto con sus propias uvas como con uvas elaboradas por los agricultores locales, se aprecia rápidamente incluso fuera de los confines de la isla, conquistando la atención internacional.

Renato Mereu, hijo de Mario, continúa el negocio familiar, plantando nuevos viñedos en el 1971 con la aplicación de una serie de innovaciones técnicas de cultivo que a partir de ese momento constituirán la marca registrada de la empresa. Perda Rubia, de hecho, el único de su tipo, ahora se produce "en pureza" a partir de un Cannonau de vid único en "franco franco", por lo tanto, no se injerta en una vid estadounidense.

En el 2014, el testigo pasa a la tercera generación de la familia Mereu, que comienza una importante labor de renovación y revitalización al introducir la nueva etiqueta Naniha, con el objetivo de presentar Cannonau "en pureza" en los nuevos mercados internacionales, respetando de los métodos de procesamiento tradicionales, transmitidos durante la actividad de setenta años.

Hoy en día, la compañía tiene alrededor de 600 hectáreas de superficie, todas cultivadas orgánicamente, de las cuales 20 hectáreas están destinadas a viñedos y la parte restante a las actividades de cultivo de olivos, silvicultura y cultivo de cereales antiguos.

El logotipo de la compañía, presente en todos los productos, es la evolución de la histórica etiqueta de vino Perda Rubia que, remodelada y estilizada, recuerda el diseño de un antiguo tejido sardo, propiedad de la familia durante mucho tiempo.